Escultura más pequeña que ha sobrevivido de la antigüedad. Mide apenas 11 centímetros. Un remache en el pie derecho nos da la pista de que la escultura podría haber estado unida a otra pieza, como ornamento de una vasija u otro objeto. Probablemente representa a una atleta, lo que sugiere que la pieza procede de Esparta. La escultura es especial por dos motivos: retrata a una mujer deportista en lugar de a un hombre y demuestra también que los espartanos, pese a su fama de temibles guerreros, reconocían la importancia de las artes en su cultura.
Fuentes: Museo Británico y Arte 3D en acción, de Maja Pitamic y Jill Laidlaw.
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